Actualmente se encuentran 90 cámaras elaboradas por Rosalba Bustamante con latas recicladas de refresco que capturan imágenes de la ciudad de Oaxaca Para la fotógrafa oaxaqueña Rosalba Bustamante, el factor sorpresa y el romanticismo de una imagen estenopeica fue lo que la enamoró de esta técnica, que aunque parezca arcaica en la era digital, está más viva que nunca, asegura la experta. Rosalba es de formación traumatóloga ortopedista, titulada en Guadalajara, sin embargo, luego de año y medio de ejercer, decidió explorar el camino del arte, primero el canto y las percusiones, luego una cámara “para hacer lo que realmente me hace muy feliz y disfruto desde hace 10 años, porque comprobé que para mí el arte es una catarsis”, comenta en entrevista. Relata que estudió en la Escuela Activa de Fotografía de Echegaray, en el Estado de México; luego, regresó a Oaxaca, en donde siguió con su preparación, principalmente en el Centro Fotográfico Álvarez Bravo y en el Centro de las Artes de San Agustín, Etla. Cabe resaltar que en Oaxaca hay un movimiento importante de esta técnica fotográfica, e incluso se celebra anualmente la Semana de la Fotografía Estenopeica, como parte del Día Internacional de la Fotografía Estenopeica, el último domingo de abril, a través de actividades, talleres, conferencias, y exposiciones.
“Oaxaca es uno de los mejores lugares del mundo para hacer
arte. Por donde camines encuentras paisajes, arquitectura por todos
lados, y por donde le busques hay creatividad, así que desde aquí he
hecho muchos proyectos de fotografía estenopeica”, afirma Rosalba.
Las cámaras estenopeicas suelen ser artesanales, se construyen
con cajas de cartón, botes, latas, cajas de cerillos o cualquier otro
artefacto al que podamos cerrar el paso a la luz, pues básicamente se
trata de una cámara oscura con un pequeño agujero (llamado
estenopo), por el que se deja entrar los rayos luminosos que incidirán
sobre el papel o la película fotográficos.
Siguiendo esta técnica, Rosalba colocó en las azoteas de las
casas de sus amigos 31 cámaras fabricadas con latas de refresco
recicladas de norte a sur en un primer proyecto llamado ‘Flujo’, para
captar el recorrido que hace el sol. “Salieron imágenes bastante
interesantes que me hicieron seguir explorando e investigando este
recorrido solar”.
Bustamante tenía el proyecto de captar el solsticio de verano al
solsticio de invierno, por lo que una semana antes de que se
anunciara el periodo de confinamiento, colocó en azoteas 90 latas, las
cuales espera recoger hasta que el semáforo esté en verde, para
luego recopilar las imágenes e imprimirlas en un catálogo.