Discurso de recepción del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2023
Foto Cortesía: © FIL/ Bernardo De Niz
Muy buenos días a todos, y muchas gracias por estar aquí.
Recibo este premio, tan inesperado como conmovedor, por mi actividad como poeta desde mi juventud. Una actividad que disfruto enormemente y que ha enriquecido de innumerables modos mi vida.
La poesía es una búsqueda vital a través del poder del lenguaje que no sólo ahonda en la sensibilidad humana y busca transmitir sentimientos y sensaciones de una manera única. Es también una forma de acercarse al complejo universo que nos rodea, desde una perspectiva amplia y abarcadora, y desde una estrechísima cercanía con aquello que busca compartir.
Con las ciencias, la poesía comparte la avidez por preguntarse, entre otras muchísimas cosas: ¿Qué somos? ¿En qué espacio vivimos? ¿Qué es el tiempo? ¿Cómo es el fuego? ¿Cómo es el agua? ¿Cómo son los minerales? ¿Y el aire? ¿Y los astros? ¿Cómo son los seres vivos que habitan este planeta? ¿Cómo son los animales? ¿Cómo son las plantas? ¿Cómo somos nosotros, y cómo nos relacionamos con ellos?
Con las ciencias sociales, la historia, las neurociencias, la biología y la psiquiatría, la poesía comparte la inaplazable necesidad de preguntarse: ¿Cómo es posible que el género humano siga luchando con toda la violencia imaginable contra sí mismo? ¿Cómo es posible que se sigan aceptando y fomentando las guerras, que se siga lucrando con ellas y que se rechace y desprecie a aquellos que han sido expulsados, a causa de ellas, de sus territorios? ¿Cómo es posible que, a lo largo de siglos, se siga agrediendo y rebajando a otros seres humanos por su raza, por sus costumbres, por su situación de pobreza? ¿Cómo puede ser que en el mundo persista una desigualdad económica abismal, y una desigualdad y violencia persistentes contra las mujeres y las diversas identidades raciales y sexuales? ¿Y cómo se siguen imponiendo y se siguen aceptando gobiernos que atentan contra la libertad y la vida de aquellos a quienes gobiernan, y de aquellos a los que quisieran gobernar? ¿Cómo es posible, en fin, y ha sido posible, que la violencia se haya vuelto una expresión cotidiana en países como el nuestro, donde los homicidios son ya incontables?
De todos estos temas y de muchísimos más nos habla y nos cuestiona la poesía, desde innumerables perspectivas y de muy diversas maneras. Y en todos ellos busca adentrarse hasta hacernos ver lo que la costumbre poco a poco tiende a ocultarnos.
Si algo necesitamos en este momento de la historia de la humanidad, es una nueva manera de ver. Una capacidad analítica y crítica que nos permita encontrar soluciones que beneficien a todos los seres humanos, y una consciencia ética que ponga el bienestar de todos y la conservación de la vida en nuestro planeta por encima de las posibles desmedidas ganancias económicas que casi todos los gobiernos permiten, aprovechan y apoyan.
El ser humano evolucionó hasta ser consciente de sí mismo a partir de la sensibilidad y los sentimientos. Y a ellos debemos recurrir ahora para fomentar un verdadero acercamiento al mundo en el que vivimos. Una postura vital que valore y proteja a los animales, que respete a la naturaleza y que propicie, de todas las maneras posibles, una profunda cercanía y cohesión entre los seres humanos.
La poesía es, pues, una forma única de ver, de sentir y de comunicar que nos produce una constante sensación de descubrimiento. Una manera de experimentar, en un mismo proceso generativo, las más diversas capacidades mentales y creativas, y de darle a la sensibilidad un importante lugar en nuestra vida.
Es, también, gracias a sus diferentes expresiones musicales y plásticas, la posibilidad de retener en la memoria la presencia de aquellas sugerencias que nos impactan y nos dejan huella.
Nada más hermoso y conmovedor que ver esta Feria del Libro llena de niños, en compañía de adultos, hojeando y disfrutando libros, y de jóvenes y adultos interesados en la impresionante variedad de opciones que se ofrecen en ella —desde que Raúl Padilla la inauguró—, año con año.
Si el mundo va a cambiar, va a ser sin duda, de esta manera.
Es un verdadero placer, y un grandísimo honor recibir aquí, de la FIL, este premio. Muchas, muchas gracias de nuevo.