Mi viejo suspira; David continúa hermoso, como en nuestros años mozos, dice
Un lánguido destello en sus ojos le hace recordar su juventud pasada
Mi viejo suspira, ya no luce el brillo de sus años mozos
Reclama al tiempo: ¿por qué al tal David no lo aplasta?, continúa hermoso y corpulento, bañándose a diario, a ojos del caminante nuevo
Mi viejo suspira, ya no luce el brillo de sus años mozos /Jn