El Lago de los Reyes Aztecas, de 800 años de antigüedad, ubicado en las zonas lacustres de la Cuenca de México, en el municipio de Tláhuac, a 37 kilómetros al oriente de la Ciudad de México, está al borde del colapso debido a la irregular urbanización que provoca el vaciado de aguas negras en el lecho de sus antiguos canales.

Aunque el sitio sigue manteniendo su esencia prehispánica, poco a poco los dueños de las chinampas han dejado de producir hortalizas porque se niegan a regarlas con el agua contaminada que corre por los canales.

Álvaro Ramírez Martínez, representante de la Organización de Propietarios y Productores de la Zona Chinampera y Ciénega de San Pedro Tláhuac, pidió a las autoridades gubernamentales que les ayuden a resolver los delitos ambientales que se están presentando.

"No estamos peleados con nadie, sólo queremos que nos ayuden a preservar y potenciar el desarrollo de la zona", -indicó-.

También denunciaron que la urbanización ilegal sigue apoderándose de terrenos, despojando a sus legítimos propietarios de este patrimonio que data de generaciones.

Martínez añadió que ya tienen una cita con el representante de la Unesco en México para informarle de este ecocidio. Hace 30 años que las autoridades no prestan la debida atención a la conservación de la zona, y estamos a un paso de perder la red de canales que abastecía a la antigua Tenochtitlan.