Marsella, Francia, 6 de septiembre de 2021 (UICN) – Más de 70 parientes silvestres de algunas de las plantas cultivadas más importantes del planeta están amenazadas de extinción, según un nuevo estudio realizado conjuntamente con la UICN y que se presenta hoy en el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, reunido en Marsella. Estas plantas, originarias de México, Guatemala, El Salvador y Honduras, resguardan recursos genéticos que son necesarios para producir en el mundo cultivos más resilientes al cambio climático, las plagas y las enfermedades, y para mejorar además su rendimiento.“En el mundo actual que se transforma rápidamente, la diversidad genética es esencial para que nuestros cultivos resistan al cambio climático. Necesitamos biodiversidad para garantizar la seguridad alimentaria y medios de vida para la población creciente del planeta, como se demuestra en este estudio,” dijo el Dr. Bruno Oberle, Director General de la UICN. “Estas conclusiones ponen también de manifiesto la urgente necesidad de un sólido marco global de conservación de la biodiversidad que establezca metas medibles y basadas en datos científicos, para construir un futuro resiliente.”El documento, publicado hoy en la revista Plants, People, Planet, analiza 224 plantas estrechamente emparentadas con los cultivos de maíz, papa, frijol, calabaza, chile, vainilla, aguacate, tomatillo y algodón. El estudio encontró que el 35% de estas plantas silvestres están amenazadas de extinción, a causa de la conversión de hábitats naturales para usos humanos, unida al abandono de métodos agrícolas tradicionales que son reemplazados por la mecanización y el uso generalizado de herbicidas y pesticidas. Las especies invasoras y las plagas, la contaminación por cultivos genéticamente modificados, la recolección excesiva y la tala plantean amenazas adicionales.Los grupos de plantas silvestres que corren el mayor riesgo de extinción son en primer lugar Vanilla, cuyas ocho especies presentes en la región están clasificadas como En peligro crítico o En peligro en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICNTM, seguido por el 92% de las especies de algodón (Gossypium) y el 60% de las de aguacate (Persea), que se encuentran amenazadas. En dos grupos emparentados con el maíz, Zea y Tripsacum, respectivamente el 44% y el 33% de las especies están amenazadas. El 31% de las especies de frijol, una de cada cuatro especies de chile, el 23% de las especies de papa, el 12% de las de tomatillo y el 9% de las de calabaza están asimismo amenazadas de extinción.Hasta la fecha, por lo menos dieciséis especies silvestres afines incluidas en este estudio han sido utilizadas para obtener cultivos más resilientes al cambio climático, fenómenos meteorológicos extremos y otras amenazas, por ejemplo calabazas resistentes al frío, maíz capaz de producir rendimientos superiores y papas resistentes a la sequía y al mildiú o tizón, enfermedad que históricamente devastó los cultivos de papas en Europa.“Estas conclusiones implican consecuencias que pueden ser críticas para los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria. Es imprescindible que los sectores de la agricultura y la conservación trabajen juntos para salvaguardar a los parientes silvestres mesoamericanos de las especies cultivadas, fomentando al mismo tiempo las economías rurales y los medios de vida,” dijo la Dra. Bárbara Goettsch, autora principal del estudio, presidenta del Grupo de Especialistas en Cactáceas y Plantas Suculentas y coordinadora del estudio que financió la Iniciativa Darwin. “Estas especies deben ser protegidas en el campo por medio de una producción agrícola diversa y sustentable. Al mismo tiempo, la diversidad genética de los parientes silvestres de los cultivos debe estar mejor representada en los bancos de germoplasma.”“Dado que Mesoamérica es centro de origen y domesticación de cultivos es de importancia mundial, en el contexto del calentamiento global, la preservación de los parientes silvestres de cultivos de la región y de su diversidad genética, puesto que estas plantas han evolucionado en condiciones ambientales muy variadas,” dijo el Dr. José Sarukhán, Coordinador Nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). “La población local usa tradicionalmente la diversidad de especies de la región como alimentos y medicinas, y numerosos grupos culturales tienen papeles centrales que desempeñar en su preservación. Es fundamental conocer el riesgo de extinción de las especies silvestres emparentadas con los cultivos para desarrollar estrategias de conservación locales, nacionales y regionales.”Este estudio es el resultado de la colaboración entre la UICN y siete entidades asociadas, entre las que se cuentan la CONABIO, el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas (ICTA), el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal “Enrique Álvarez Córdova” (CENTA) y la Universidad de Birmingham. Los 224 parientes silvestres de especies cultivadas evaluados en este estudio figuran ahora en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.Los resultados mencionados aquí no se limitan a la región. Otros parientes silvestres de cultivos alimentarios como el plátano, la manzana, la ciruela y el jengibre también están amenazados, según la Lista Roja de la UICN.
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